La Fortaleza

El Miércoles recibí un mensaje en el móvil: "Si tienes tiempo deberías ir a la fortaleza..."...como ponerle delante una tarta de chocolate a un diabético. Llegué a casa y estuve buscando información del lugar y viendo unos vídeos, el calentón había comenzado.

Daban casi 7 metros y un poco de viento sur, así que las condiciones parecían buenas para la ola. Estuve una hora pensándomelo y finalmente pasé un par de cosas al Viernes, envié el formulario correspondiente de escapada a la jefa y rápidamente conseguí la autorización, con el ya clásico "ten cuidado".

El Viernes en un par de horas llegué al sitio, con mucho encanto y exigente por lo menos ese día para llegar al pico por una tremenda corriente. Estuve una media hora mirando la entrada, la ola y me eché al agua calculando para llegar al punto de marea correcto.

12:00 h. Para dentro

12:15 h .Paso delante de la Fortaleza

12:25 h. Llego al pico

La corriente te sacaba del pico hacia bajo y lejos del acantilado por lo que seleccionar la ola era tan importante como aguantar remando sin parar esperando que llegara la serie. Así pasé las siguientes 3 horas.

Había ambientillo, pero cuando cogías una, volver eran unos 10-15 min por lo que el pico más alejado rotaba mucho. Para mi memoria personal queda la primera ola, buena bajada con rebote encarando la pared y pedazo de leche en la que ví como abría perfecta y la sonrisa eterna al volver a la superficie pensando en lo que vendría luego; una izquierda larguísima con una pared no muy vertical de esas que vas pensando..."madre mía que remadón de vuelta", mientras sonríes. La ola acabó y pensé: "para esto he venido hasta aquí..!!" 

Luego disfruté de 3 olas más, justo antes de tumbarme en la tabla admirando el paisaje y dejarme llevar por la corriente hacia la playa sin mover un sólo brazo, sólo para coger un par de derechas por el camino y seguir alucinando con lo que la naturaleza nos regala. Volveré.

Un abrazo!!